Va uno por el desierto y decide comprar un camello, el domador la dice que si dice uf, el camello caminará, si dice ufuf el camello correrá, si dice ufufuf, el camello galopará y si dice amén el camello frenará.
El señor compra el camello y se va. El camello va galopando y va directo a un barranco. El señor murmulla:
-Como era la palabra que lo frenaba, como era.
-¡Amén!
El camello quedo a un milímetro de caerse por el barranco y el señor dice:
-Uf, casi me caigo.
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